Como tantas otras personas en la ciudad de México, vivo en un condominio. En mi departamento no hay mucha luz, al menos no la
suficiente como para mantener un pequeño huerto. Lo intenté, varias
veces, pero las plantas necesitaban más sol. La respuesta fácil era la azotea.
Como tantos otros edificios, este en el que vivo cuenta con jaulas en la azotea para el tendido de ropa. Excelente, así mis plantas contarían con privacidad (no todas las personas respetan las plantas). El único problema era que la regla principal en esta azotea es que hay que cuidar la superficie impermeabilizada para evitarle problemas de filtración y humedad a los vecinos. Es por eso que pensé en un huerto vertical.
La idea era muy conciliadora: mi huerto, espacio para seguir tendiendo mi ropa y respeto a las normas del condominio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario