Ayer 4 de abril me puse manos a la obra e hice un reacomodo general del huerto en la jaula.
Después de una semana de vacaciones los pendientes más urgentes eran:
- Liberar a los chiles de su plástica prisión.
- Separar un par de plantulitas de (aparentemente) jitomate que crecieron junto a la lechuguita de compañía que trasplanté hace poco.
- Separar en macetas apropiadas los tres jitomates que ya habían crecido lo suficiente.
- Sembrar el pasto que me regaló Elenor y los rábanos y espinacas que me regaló mi papá.
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4 abril 2013 |
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jitomate 4 abril 2013 |
Con los jitomates todo bien, al parecer no resintieron el cambio. Pasaron de estar tres plantas en una botella de 2 litros a cada una en un galoncito bonafont.
Intenté sembrar uno boca abajo pero definitivamente necesitaría algo como grava para detener la tierra de su caida libre. Ése con el que hice la prueba sí se veía achicopalado, pero hoy amaneció con muy buena pinta.
A la tierra le puse abono y mejorador de suelo, para que tengan una feliz estancia. A las hojas las rocié con insecticida a base de tricarboxilos vegetales.
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chile 4 abril 2013 |
A los chiles les tocó una botella descapotable. Ya estaban apretujándose en su botella aśi que decidí cortarle la parte superior para que crecieran libremente, eso sí, dejándole un anillo que le diera estabilidad a la botella a la hora de estar colgada.
Se ven ya bastante grandes, y las botellas colgando parecen estables, ahora les dará más sol, esperemos eso les funcione, si no, habrá que relocalizarlos en algún otro lugar de la jaula.
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espinacas y rábanos 4 abril 2013 |
Aprovechando la tierra que me había regalado doña Mary y otros 10 pesos de tierra del mercado, sembré cinco botellas de espinacas (5 semillas cada una), dos de rábanos (3 semillas cada una) y un fondo de botellón con pasto (un resto de semillas, se ve al fondo de la foto).
Menciono las cantidades para poder cotejar al final cuántas lograron crecer bien.
A todos los aboné al sembrarlos y hoy les agregué mejorador de suelos.
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4 abril 2013 |
Además de esos cambios, reacomodé las botellas para que cupieran todas.
Las espinacas quedaron hasta arriba; los cilantros ya tienen despejado el espacio sobre ellos para que las flores y semillas se sientan a sus anchas; los rábanos quedaron junto al cilantro; las pequeñuelas junto a los rábanos; caléndula, albahaca & co. no se movieron; y finalmente las lechugas están ahora a unos centímetros del suelo.
Habrá que ver cómo se acoplan las lechugas a su nueva ubicación, no estoy segura de qué tanto sol les da en ese lugar, o qué tan expuestas están al frío. Lo que sí es que nuevamente están rozagantes, casi diría que ya podría hacerme otra ensalada.
¡Splendid!